¡No pienses, ejecuta!

¡No pienses, ejecuta! ¿Qué tal te suena esta afirmación?

¿Te sientes identificada, identificado, con la necesidad de poder gestionar la mente para que, o bien entremos en acción, o bien sigamos en lo que estamos haciendo, sin boicoteárnos en cada paso?

El otro día me llamó una amiga con la que nos damos soporte esporádicamente en nuestros quehaceres. Pilar me ofreció el tema para esta nueva reflexión, y es así que he conectado con esta frase: ¡No pienses, ejecuta! No es mía pero la compro, ¿y tu?

Pilar me preguntaba qué tal veía que ofreciera talleres por la voluntad, en lugar de ponerle un precio, aunque ajustado. Luego me hablaba de muchas posibilidades sobre el contenido de sus talleres y de todos los ámbitos que a ella le encantan, el baile, la cábala, el arte terapia….Además me decía que pensaba hacer trilogía de eventos, no sabía si presenciales u online, etc.

Prestaba atención para poder sentir a mí que me pasaba escuchándola. Al final del contenido amplio y detallado que ella me ofreció, conecté con la necesidad de entrar en acción, de dejar de lado los miedos, de entregar lo que ella tenía entre manos y que desde hace ya mucho, mucho tiempo, espera ser desarrollado. Me descubrí diciendo firmemente que necesitamos comprometernos con nosotras mismas para entregar lo que hemos diseñado, para dar a luz a lo que hemos imaginado, para ejecutar lo que hemos planificado y para compartir lo que hemos estudiado.

En eso estamos todas. Todas somos creadoras. Todas estamos aquí para darle formato a nuestro propósito vital. NECESITAMOS ENTREGAR. Y claro la mente nos ayuda para crear, para imaginar, para estudiar y generar conocimiento, para planificar, pero podemos estar un tiempo infinito para crear la mejor versión de nuestro producto, o de nuestro proyecto, o de nuestra invitación, o de nuestro taller….

A un cierto punto hay que saber decir BASTA. Salgo del bucle;-) y me comprometo a entregar lo que tengo ahora, a ejecutar lo que ya está hecho, a compartir mis talentos.

Esa es una necesidad de nuestro ser, de cada persona. Entregar lo que tiene, compartirlo, que salga, que se materialice. Y eso se puede aplicar a cualquier ámbito, no es necesario que seamos emprendedoras, ni consultoras, es parte de nuestro día a día.

Mientras hablaba con ella sentía justo en la barriga esa necesidad de sacar lo que había. Me vino a la cabeza la metáfora de que a veces queremos que salga un proyecto (un niño) ya adulto, pero eso no puede ser. El taller saldrá bebé y no importa si le gusta a la gente, si lo compran, si funciona, le decía. No puede ser adulto porque es un bebé. Y no vale con mimarlo antes porque tiene que nacer. Ese (taller) bebé necesita experimentar para aprender a convertirse en adulto, no podemos hacer el trabajo por él. Tampoco podemos hacerle crecer dentro de la barriga porque no tendrá espacio para ello.

¿Y qué pasa si no entregamos? Si no entregamos, nos sentimos bien. Podemos entrar en proceso inflamatorio, literalmente podemos enfermar. Nos podemos rendir a perder el control. Aquí y ahora entonces la invitación es a que pensemos lo justo;-) y que ENTREGUEMOS LO QUE HEMOS VENIDO A HACER.

¿No importa el resultado? No importa el resultado. Ese es nuestro diálogo interno, el que nos hace estar en la reflexión, pero necesitamos que haya equilibrio entre la reflexión y la acción.

En este equilibrio podemos encontrar la CONFIANZA EN NOSOTRAS MISMAS, en nosotros mismos.

En mí sí puedo confiar y me comprometo conmigo misma para llegar hasta el final de mis pensamientos y emociones, entregando lo que necesito entregar sin miedo (o de la mano con él) al fracaso. Ese fracaso será el que me hará crecer, será el que llevará mi taller a la segunda fase, será el que me hará feliz sabiendo que he puesto todo lo que estaba en mis manos para cumplir con mis sueños y que he honrado mi ser en ese recorrido.

La confianza encuentra sus raíces hacia dentro. No nos interesa tenerlo todo controlado (fuera) para saber si gustará a no nuestra acción, cualquiera que sea. Claro que tenemos miedo, pero no nos dejemos paralizar, porque si le entregamos nuestro poder le estaremos entregando nuestra esencia, el placer de la vida, del aprendizaje, del proceso, del descubrimiento.

Sí tenemos miedo. ¿Qué tal si tomamos ese miedo y vamos de la mano con él?

> Nos comprometemos a entregar, aunque tengamos miedo.

> Nos comprometemos a escuchar la mente hasta cierto punto, hasta que podamos salir de ella y ejecutar.

> Nos comprometemos a seguir nuestras intuiciones aunque las cosas no salgan como lo planificado, porque reconocemos esta necesidad en nosotras, en nosotros.

Cómo conseguimos el equilibrio entre la reflexión y la acción. Ese es el reto. Tuyo, mío, de todas;-)

¿Qué tal se te da la evaluación?

¿Cuál es tu balance entre la exploración (investigación, elaboración, reflexión), y la experimentación (la entrega, la ejecución, la acción)?

Si este tema te interesa o te encuentras con poca claridad o falta de energía para poder priorizar tus necesidades, MAPA puede acompañarte en poner orden en tus prioridades para entrar en acción.

Si NO te ha gustado me encantará si me lo cuentas. SI te ha gustado COMPARTE para que llegue a más personas;-)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Descárgate mi propuesta práctica y gratuita: "5 ingredientes para volver a conectar con la alegría de disfrutar de tu vida"